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jueves, 20 de julio de 2006
Malasia segunda parte
En malasia hay mayoria musulmana, y como consecuencia salir por la noche y beber alcohol no es una actividad muy popular entre los malasios, sino mas bien para los extrangeros. Asi que preferi probar el estilo malayo en cuanto a sabado por la noche se refiere.

El centro de atencion estaba en china town donde se montaba un gran mercadillo, con cantidad de puestos vendiendo cosas, comida ambulante, actuaciones callejeras y locales sociales donde se juntan a bailar coreografias. Pero la gran atraccion era un inmenso escenario donde los mas osados se subian a cantar karaoke para deleite de los cientos de personas que estaban en frente del escenario.

Yo me dedique a ir puesto por puesto de comida probando lo que daban, en la mayoria de los casos no tenia ni idea de lo que me estaba comiendo (ni siquiera me acuerdo de los nombres), pero en general la experiencia salo bien y la mayoria de los platos estaban deliciosos.

Otra gran atraccion de la noche fue la actuacion de un tio en la calle donde (ademas de vender un unguento milagroso) perforaba cocos (si, esas cosas tan duras) con el dedo indice. Despues de hacerlo se le ponia el dedo como un melon, pero se le curaba con el liquido que vendia.

Bueno, y el domingo, antes de pillar el avion por la noche tenia unas cuantas horas para pasar en Kuala Lumpur, donde intente ver las grandes atracciones. China town fue un conyazo donde no dure mas de 10 minutos por el agobio de gente intentando venderte imitaciones de ropa, relojes y cinturones, ademas de millones de dvds piratas de las ultimas peliculas salidas en cine.

Luego fui a ver las torres petronas, que os sonaran de haberlas visto en algunas peliculas. La verdad es que impresionan de la leche, te sientes un enano cuando las ves desde abajo. Se puede subir a visitar le puente que las une, es gratis pero necesitas un ticket, pues las visitas estan organizadas en pequenyos grupos. Cerraban a las 5 y yo llegue como 20 minutos antes de que cerraran. Pero para mi sorpresa los tickets estaban agotados, la chica de recepcion casi se descojona, decia que la gente hace horas de cola por las manyanas para conseguir un ticket, y se agotaban enseguida, que probara al dia siguiente. Por supuesto no habia dia siguiente, pues mi avion salia esa noche, asi que parecia que me iba a quedar sin ver la torres.

Pero mi estrellita volvio a brillar, y cuando ya estaba bajando las escaleras una de las azafatas corrio tras de mi para decirme que habia habido una cancelacion de ultima hora y tenian un ticket de sobra, que tenia mucha suerte pues es algo que no suele ocurrir. Asi que por los pelos subi en el ultimo grupo del dia, las vistas eran impresionantes, y eso que el puente no esta ni siquiera a la mitad de altura (de los 84 pisos que tiene en total). Me quede envelesado con las vistas y haciendo fotos, y cuando me di cuenta era el unico que quedaba arriba. Corri rapido hasta el ascensor, donde se estaban marchando todos. Casi me dejan olvidado alli arriba, donde dadas las medidas de seguridad, no habria habido forma de salir por mis propios medios y posiblemente hubiera perdido el avion de vuelta.
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