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viernes, 12 de enero de 2007
Aventuras en el primer dia en australia
No podia ser de otra forma, primer dia de la familia en australia y primera anecdota que contar. Si ya decia que yo la familia trapisonda es la monda.

Bien, como ya comente ayer los planes eran ir a ver la puesta de sol en strickland house, un caseron antiguo rodeado de un parque que contempla una vistas de la ciudad impresionantes y donde incluso hay una pequenya cala para banyarse.

Extendimos la manta en el cesped, sacamos todas las cosas de picar y disfrutamos del picnic y de las vistas. La puesta de sol no desmerecio en absoluto y creo que fue la mejor forma de que vieran sydney por primera vez. (en la foto podeis ver la vista)

Mientras estabamos alli, se nos acerco una pareja de americanos un poco desesperados, los cuales se habian perdido y no podian encontrar la salida del parque (al que solo se tiene acceso por la puerta principal). Les dimos indicaciones y parecieron aliviados.

Una vez se hizo de noche volvimos al coche, encontrandonos la sorpresa de que las puertas estaban cerradas. No es que fueran muy altas pero lo suficientes para que mi tia y mi madre no pudieran saltarlas. En este punto alquien recordo que habia leido en la puerta que las cerraban a las 5 o 6, pero no le hicimos mucho caso pues ya eran mas de las 6 cuando entramos y habia gente en el parque.

Bueno, y ahora que haciamos? Una vez desechadas las ideas de hacer una escalera humana, y de intentar abrir los candados,pudimos encontrar una solucion (distinta a la de llamar a la policia o los bomberos) gracias mis conocimientos del terreno.

Desde la cala, hay una esrecha senda que va por la orilla, entre las rocas, los arbustos y los arboles, y que lleva a una carretera que comunica con la principal, donde habiamos dejado el coche.

Raul y susana saltaron la valla y esperaron en el coche mientras yo volvia por la senda, a oscuras con mi madre y mi tia. No fue un viaje facil pues el camino estaba lleno de piedras, agujeros y raices que no se veian debido a la falta de luz. Tras media hora de caminata (normalmente se tarda 10 minutos) llegamos sanos y salvos al coche.

Hoy me he escapado del trabajo para comer en un restaurante vietnamita con ellos. Su primera experiencia con los palillos!
Comments:
Hola Vir:
Tío, si no fuese porque la estás contando de tu familia pensaría que es una de mis anécdotas en el país de los canguros. Uy, uy, uy que ahora les toca la experiencia en el vietnamita con los palillos y los nuddles o como se llamen...
Bueno, lo importante es reirse.

Armando
 
Ya ves que os trato a todos igual de bien y con todos los detalles ;-)

aunque creo que ellos se libran del sushi (ya me han dicho que no les va el pescado crudo)
 
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