La noche de navidad la pase en el alberque con las dos noruegas. Por supuesto cocine la famosa paella estilo tongano, con lo que pude pillar en el mercado, esta vez la gran innovacion fue la berengena!! De nuevo fue todo un exito, y despues de cenar fuimos a casa del duenyo del albergue a beber kava, ya sabeis la misma bebida que toman en fiji a base de polvo de raices diluido en agua.

El dia de navidad vole al archipielago de Ha'pai (en una avioneta de 10 plazas), y cuando llegue me tuve que buscar la vida. En el aeropuerto me echaron una mano en encontrar un sitio donde dormir. Todos estaba cerrado, de hecho yo era el unico turista en un grupo de 10 islas. Al final encontre un sitio en la playa, suficiente hasta que pudiera ir a la remota isla de Ouleva que era mi destino.

Al final pase un par de noches pues intente bucear al dia siguiente pero la unica empresa de buceo estaba cerrada. Mi gozo en un pozo. En su lugar, y con una bicicleta que me dejaron me recorri dos de las islas (estan unidas por una mini carretera) e hice mi primer snorkeling, y despues de probarlo, la verdad que ya no echaba de menos el no bucear.

Al dia siguiente me monte en la barca de Tim, un tongano guason, y nos pusimos rumbo al paraiso. La isla de Ouleva (la que veis en la foto adjunta), donde pasaria los siguientes 4 dias. En la barca tambien venia la familia que llevaba el sitio donde iba a estar, ya que no habia nadie mas en toda la isla.

Ouleva es una isla pequenya, andando por la playa le das la vuelta en dos horas y media, no hay electricidad ni agua corriente. En su lugar se usan lamparas de acite, hogueras, y para beber agua de lluvia que se traen de la isla, o cocos. Tengo que decir que en 10 dias en tonga solo he bebido agua de lluvia, no he probado la carne (solo pescado) y no me he dado ni una ducha caliente.

Si cerrais los ojos y pensais en ese lugar paradisiaco donde os perderiais, posiblemente esteis pensando en un sitio como Ouleva. Playas desiertas de arena blanca, palmeras, aguas azules y un arrecife de coral que la rodea por todos los lados. Simplemente impresionante. Ademas al estar en un sitio asi, donde los unicos habitantes (la familia) estaban a tu servicio, como que uno se siente como un rey. Lo de mi servicio era por que me cocinaban la cena con lo que habian pescado durante el dia o la noche anterior.

Me pase 4 dias buceando (como 4 o 5 horas diarias), paseando por la playa, en la piragua, leyendo mi libro en la hamaca, contemplando los increibles atardeceres o intercambiando historias con los tonganos a la vera de la hoguera. Las unicas preocupaciones que tenia eran los ratones por la noche (los cabrones se zamparon parte del pan y la fruta que tenia haciendo un agujero en mi mochila) o intentado esquivar los cocos cuando nadaba (en una ocasion me pegue un cabezazo con uno y os puedo asegurar que duele).

El buceo era de quitar el hipo. Armado con mis aletas y gafas, que vienen conmigo a todas partes, solo habia que meterse en el agua para estar nadando con tortugas gigantes, mantas raya, y miles de peces de colores, a destacar el gran numero de "nemos" que habia. Tambien habia una zona protegida donde habia almejas gigantes (como medio metro cada una), pude contar un grupo de 26 juntas! Otras de mis preferidas fueron las estrellas de mar azules.

Perdido en un lugar como ese, seguro que me perdonareis el que haya estado desconectado del blog, emails o telefono.

Por cierto, que acabo de subir unas fotos de las fiestas de navidad, las siguientes seran las de tonga, paciencia!
- posted by vir @ 4:12 a. m.