A principios de semana estaba hablando con mi familia y parecian haber pasado meses desde que estuvieron aqui, y solo fue la semana pasada.

Tambien recorde alguna que otra anectdota de su visita, concretamente de cuando estuvimos en la casa de la playa.

Recuerdo a mi hermano paseando por la noche por las calles de la urbanizacion, con el portatil en mano intentando encontrar una conexion a internet inhalambrica que no estubiera protegida con clave de acceso. La sola imagen de alguien paseando en la oscuridad de la noche por un barrio residencial y con la luz que proyecta la pantalla del portatil, me trae a la cabeza la viva imagen de ET, el extraterrestre.

Pero como en estos lares son bastante confiados, la aventura tuvo exito y encontro una casa que irradiaba conectividad para aquel que la quisiera aprovechar. Asi que desde la acera, enfrente de la fachada de la casa, pudo leer sus correos electronicos.

Pero es que al dia siguiente toco conferencia para llamar al patriarca de la familia. Asi que alli nos ves a mi madre y a mi, armados con el ordenador, el skype, los auriculares y el microfono, sentados dentro del coche aparcados enfrente de la casa en una calle poco iluminada, como si de una pareja de enamorados se tratara.

Varios vecinos pasaron mientras estabamos en plena faena (de hablar con mi padre), y nos echaban miradas de extraneza, como si estuvieramos haciendo algo retorcido. "Miralos, a su edad!" debian pensar.

Pero los japoneses no son para menos. Mi amigo Lowie, que lleva en japon como dos anyos, me cuenta que no ha pagado por conectarse a internet desde que esta alli, siempre lo ha conseguido gratis. Los japoneses tienes conexiones inhalambricas por todos lados y parece que no se preocupan tampoco mucho de la seguridad.

Y dicho esto, la red que tengo montada aqui en casa si que tiene password, je je.

Ayer, en un partido de lo mas disputado, perdimos la semifinal del campeonato de voleibol de empresas. No pudo ser.
- posted by vir @ 2:58 a. m.